1. Para ganar es necesario arriesgar.
Quien no arriesga, no gana. Pareciera ser una simple frase, pero el contenido es fundamental. Conlleva hacerle frente a tus miedos por fracasar. Sin embargo, no hay nada mejor que actuar, en vez de paralizarte. Y cuando las cosas no salen como lo has esperado, es mejor saber que por lo menos lo intentaste, en vez de quedarte con la duda de “¿Qué hubiera pasado si lo hubiera intentado?”
Si analizas la vida de triunfadores que han revolucionado al mundo, podrás advertir que muchos de ellos se han enfrentado a riesgos que no cualquiera se atrevería a tomar. Sin embargo, ha valido la pena, pues han tomado esos riesgos para ser mejores y lograr un crecimiento personal.
2. La felicidad está donde tú lo decidas.
No te encierres en los aspectos negativos de la vida diaria. Si decides ver lo positivo, puedes disfrutar de una tormenta encontrando todos sus beneficios. Está en tus manos determinar si lo que tienes en el momento es lo más preciado. La oportunidad que dices estar esperando puede estar justo enfrente de ti. No la dejes pasar solo porque esperas el momento “preciso” que, según tu perspectiva, puede nunca llegar.
3. Sufrir es duro, pero siempre conlleva una lección.
A veces el sufrimiento pareciera ensañarse con los más vulnerables. Pero toda experiencia, por mala que parezca y nos haga sufrir, nos puede dejar lecciones de por vida. Lo importante es siempre estar abierto a esas experiencias, y sacarle el mayor partido para fortalecer el espíritu.
En ocasiones pareciera que nos tocó vivir en el lado de los perdedores, pero si te dedicas a observar verás que cada persona tiene sus propios sufrimientos y que, en muchas ocasiones, el sufrimiento de los otros es mucho mayor que el tuyo. Hay sufrimientos y dolores que no se pueden evitar; lo importante es que no nos paralicen y que nos ayuden a crecer como personas.
4. El camino de mil leguas comienza con el primer paso.
Si quieres avanzar, es preciso que lo hagas poco a poco, pero con constancia y seguridad. Si te cuesta trabajo alcanzar tusmetas, avanza gradualmente. Lo más importante es querer hacerlo. Puede costarte trabajo en un principio, debido a tus malos hábitos, pero una vez dado el primer paso, solo tienes que seguir así, a paso lento, pero firme, con mucha seguridad.Emprender aun la acción que te pueda parecer más insignificante vale la pena, si tiene como objetivo lograr tu propósito.
5. A veces vale más estar sol@, que mal acompañad@
En algunos casos, aun los seres queridos pueden resultar un obstáculo para los propósitos que uno desea realizar. Solo piensa esto: si ha llegado el momento en que tienes que definir tu vida, para tus propios intereses, debes hacer lo que más te conviene. Y suele ocurrir que aquello que a uno le conviene le resulte difícil de aceptar a quienes te rodean. La opción, por más difícil que parezca, puede ser únicamente tuya.
Estas son solo algunas de los aspectos a tomar en cuenta cuando se trata de forjar tu destino. Reflexiona sobre ellos y date la oportunidad de tomar las riendas de tu propia vida.
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